lunes, 22 de septiembre de 2008

ZAKUMI LA MASCOTA DEL MUNDIAL DE SUDÁFRICA 2010

El leopardo Zakumi, un peluche con un afro teñido de verde, fue presentado el lunes como la mascota de la Copa Mundial de fútbol del 2010 en Sudáfrica.

La presentación de Zakumi se hizo durante un programa de la televisión estatal, y un actor vestido con el atuendo de la mascota se puso a juguetear con una pelota junto a Mark Fish, integrante de la selección de Sudáfrica que en 1996 ganó la Copa Africana de Naciones.
Zakumi recibió una biografía y un nombre que evocan la historia y aspiraciones de Sudáfrica. El personaje "nació" el 16 de junio de 1994, dijeron los organizadores.
Ese año se puso fin al apartheid o régimen de segregación racial. La fecha específica alude al Día de la Juventud que aquí marca el levantamiento de Soweto en 1976, cuando jóvenes sudafricanos salieron a protestar contra el gobierno de minoría blanca.
Las primeras dos letras de Zakumi son las iniciales del país en afrikaans, uno de los 12 lenguajes oficiales en Sudáfrica. "Kumi" significa 10, por el año del torneo en varios idiomas africanos.
El pelo verde es para que pueda camuflarse en una cancha de fútbol.
Tim Modise, portavoz del comité organizador del mundial, dijo que "zakumi" también puede significar "ven aquí" en los idiomas del país.
La idea, diseño y producción de la mascota se desarrolló exclusivamente en Sudáfrica.
Los mundiales han tenido mascotas desde la Copa de 1966 en Inglaterra, con el león Willie. Otras famosas fueron Footix, el gallo de Francia en 1998; Pique, el chile jalapeño de México en 1986; Naranjito, la naranja de España en 1982; y Gauchito, el niño gaucho de Argentina en 1978.

¿PRIMERO MAMÁ?

El diputado local del PRD, Tomás Pliego Calvo, propuso reformas al Código Penal del Distrito Federal para que los padres de familia acuerden el orden de los apellidos de sus hijos al registrarlos, que podría ser primero el materno y luego el paterno.
En su proyecto de decreto, el legislador propone reformar el primer párrafo del artículo 58 del Código Penal, con lo cual el acta de nacimiento de una persona deberá contar con "el nombre o nombres propios y los apellidos materno y paterno que les correspondan, en el orden que acuerden la madre y el padre".
El diputado plantea que si se desconoce el nombre de los padres, el juez del Registro Civil le pondrá el nombre y apellidos, haciendo constar esta circunstancia en el acta.
En su exposición de motivos, el representante social explicó que la iniciativa que pondrá a consideración del Pleno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) busca contribuir a la equidad de género en la ciudad.
Explicó que en México las raíces de la inequidad son firmemente mantenidas por la transmisión del conocimiento en el nicho familiar, que incluso aparecen como invisibles, y un ejemplo claro es la ancestral tradición de imponer un orden en el nombre de las personas al ser registradas.
Precisó que en nuestro país se registra de manera oficial a las personas con el nombre de pila, seguido del apellido del padre y después de la madre, con lo cual se mantiene una percepción de la preeminencia de lo masculino sobre lo femenino y la creencia de la continuidad de los linajes.
"En México, esta costumbre, este uso del nombre para asegurar bienes imaginarios, constituye una de las piedras fundamentales del patriarcado, pues es por las hijas al contraer matrimonio cuando el nombre se "pierde" como si se extraviara una calidad ontológica", advierte en su iniciativa.
Destacó que esta propuesta busca continuar la línea de "dislocación de las mentalidades patriarcales" que ha seguido la 4 Legislatura de la ALDF, que legisló sobre sociedades en convivencia; ampliación de las causales de interrupción del embarazo, y anulación de causales de divorcio, entre otros.
El diputado perredista subrayó que esta nueva iniciativa abre la posibilidad de que sea la pareja quien decida qué apellido corresponde en primer término y en el siguiente, dejando atrás siglos de arbitrariedades.
"Este cambio aparentemente menor, fracturará un paradigma patriarcal que nunca ha descansado sobre un argumento jurídico racional, sino sobre uno de los cimientos de la dominación masculina: el nombre del padre", finalizó.